Visitando la Cathédrale Notre-Dame de Paris: Atracciones, Consejos y Tours
La Cathédrale Notre-Dame causa una gran primera impresión. Desde su espléndida ubicación en la Île-de-la-Cité, las torres y los arbotantes de la catedral parecen brotar mágicamente del río Sena y elevarse ambiciosamente hacia el cielo. Con casi 70 metros de altura, la catedral fue durante siglos el edificio más alto de París.
Una obra maestra de la arquitectura gótica francesa, Notre-Dame es uno de los mayores monumentos de la Edad Media. Aunque puede parecer arcaico en comparación con los monumentos modernos como la Torre Eiffel, la catedral presenta un diseño medieval revolucionario. La innovadora tecnología gótica de "contrafuertes voladores" (vigas de soporte) se utilizó para reforzar la estructura masiva.
La catedral de Notre-Dame fue fundada en 1163 por el rey Luis IX (San Luis) y el obispo Maurice de Sully, que quería construir una iglesia que rivalizara con la basílica de Saint-Denis. Se necesitaron casi 200 años e innumerables arquitectos, carpinteros y canteros para construir la Catedral de Notre-Dame. El resultado es la perfección del diseño gótico.
Los visitantes se maravillan con la fachada fabulosamente detallada y quedan asombrados por la enorme nave. El santuario sereno es un espacio que inspira el alma. La luz etérea se filtra a través de las magníficas vidrieras y, por la noche, las velas votivas iluminadas se suman al ambiente espiritual.
Nota: un gran incendio en abril de 2019 causó daños considerables a la catedral: la catedral medieval el techo y la aguja del siglo XIX se derrumbaron. Aún se está evaluando el alcance de los daños en el interior. En este momento, el interior está cerrado al público.
Está en marcha un proyecto para contener el daño y estabilizar la estructura. La ciudad planea reconstruir la catedral y restaurarla a su estado anterior, incluida una réplica exacta de la aguja de 96 metros de altura creada por Eugène Viollet-le-Duc en 1860. El trabajo continúa. Alquilar un coche realmente ayuda a ver estos lugares de interés cercanos porque conducir suele ser mucho más rápido.
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Arquitectura gótica revolucionaria: arbotantes
En el siglo XIII, los contrafuertes voladores eran una nueva tecnología revolucionaria de la arquitectura gótica, una solución innovadora para proporcionar refuerzo a los pesados muros de las catedrales. Los arbotantes sostienen la estructura y evitan que se derrumbe a pesar de su enorme peso.
En la Catedral de Notre-Dame, los arbotantes se ven en la fachada este (parte trasera) del edificio. Estos pilares arqueados de 15 metros se asemejan a patas de araña largas y delgadas dobladas por la rodilla, rodeando el edificio como un andamio.
Notre-Dame fue una de las primeras catedrales medievales construidas con esta técnica arquitectónica especial. La catedral no se diseñó originalmente con arbotantes voladores cuando se construyó en el siglo XII. Sin embargo, las fracturas por tensión en los muros requirieron una solución arquitectónica a finales del siglo XIII.
El arquitecto Jean Ravy diseñó los arbotantes para sostener el edificio desde el exterior, sin obstruir ninguna de las vidrieras.. Aunque son una característica estructural puramente funcional y no fueron diseñados para embellecer el edificio, tienen una cierta calidad armoniosa.
El mejor lugar para admirar los arbotantes es desde el mirador de la plaza Jean XXIII detrás de la catedral.